Las radiografías son una prueba médica única que permite a los doctores ver lo que ocurre dentro de nosotros. Lo hace al pasar rayos X a través de nuestros cuerpos y su rebote muestra diferentes partes en huesos y órganos. Estas imágenes son usadas por los doctores para determinar qué está mal con nosotros, y cómo puede ser tratado para mejorar. Cuando vas a hacerte una radiografía, el médico usa una máquina especial llamada tubo de rayos X (que trabaja con estas imágenes importantes).
Los tubos de rayos X han pasado por una serie de evoluciones desde que se concibieron por primera vez a finales de 1800. La tecnología es, obviamente, mucho más básica de lo que tenemos hoy con tubos de rayos X muy avanzados. Estos son más eficientes en ayudar a los doctores con el diagnóstico y tratamiento de los pacientes, pero mejores que antes. Los tubos de segunda generación, o modernos, crean rayos X usando fuerte electricidad y resultan en imágenes muy nítidas, justo como una foto de lo que hay adentro de nosotros. Esto es crucial ya que ayuda a los doctores a identificar cosas que de otro modo podrían ser difíciles o incluso imposibles para ellos solos.
Los avances futuros que observaremos en la tecnología de rayos X. Hay equipos de científicos trabajando en hacer que las máquinas de rayos X sean lo suficientemente pequeñas como para poder llevarlas encima de nuestros cuerpos. Tales dispositivos portátiles podrían ser mucho más transportables que las típicas máquinas de rayos X, la mayoría de las cuales son voluminosas y engorrosas. Estos nuevos dispositivos podrían tomar imágenes de nuestro cuerpo de inmediato (en lugar de necesitar transferir al paciente a otra máquina primero) si tienen éxito, permitiendo a los doctores ver qué está ocurriendo. Si esto es cierto, eliminaría la necesidad actual de esperar para recibir atención médica.
hoy en día, con la ayuda de tubos de rayos X modernos, los médicos pueden encontrar y diagnosticar problemas de salud como nunca antes. Estos tubos producen imágenes sensibles y claras de nuestros órganos y huesos. Eso permite a los médicos ver exactamente qué nos ocurre. Los rayos X pueden detectar huesos rotos, infecciones pulmonares e incluso algunos cánceres. Debido a estas imágenes claras, el médico puede tomar una decisión mucho más informada sobre el tipo de tratamiento que deberíamos recibir.
Los tubos de rayos X modernos también se están utilizando a gran escala por los médicos para cuidar de los pacientes. Estos tubos proporcionan imágenes claras a los médicos, quienes pueden entender las afecciones de salud de manera adecuada. Esa comprensión les ayuda a crear planes efectivos para asistir a sus pacientes. Por esta razón, los pacientes pueden ser tratados más rápido y mejorar antes. Esto significa que es imperativo que los pacientes reciban la atención adecuada a tiempo, y los tubos de rayos X modernos son una parte importante para que esto ocurra.
Aunque suenan complejos, estos tubos de rayos X son muy simples y seguros de operar. Si un paciente requiere una radiografía, simplemente se posiciona sobre una cómoda mesa de cocina. Un técnico, que ha sido entrenado especialmente para realizar exámenes de rayos X, colocará la máquina sobre su cuerpo, situado entre esta y una placa de film. Como es necesario para aquellos pacientes acostados en cama que no pueden moverse o están inconscientes. Durante el estudio, se pedirá a los pacientes que contengan la respiración por un momento mientras se toma la imagen. Captura la imagen con un disparo claro para que no esté borrosa. La radiografía en sí solo dura unos minutos y el paciente puede continuar con su día normal después.